Problemas de Aprendizaje en niños y adolescentes

clases del dojo passai

¿Como influye la practica de Karate en estos casos?

Antes de entrar en materia seria bueno aclarar esos conceptos erróneos que tienen la mayoría de las personas frente a la practica de Artes Marciales, llámese Karate, Judo, Taekwondo, Aikido, Hapkido, etc. pues se tiene la creencia que estas son practicas que por lo general generan violencia, o que para que los practicantes aprendan bien deben volverse violentos, seguramente conceptos hechos bajo las experiencias que tuvieron o tuvimos  algún día cuando de jóvenes practicamos alguno de estos Artes Marciales, con estos antecedentes bajo ningun concepto pensaremos que es una influencia positiva para nuestros hijos o familiares esta práctica, mucho menos si estos tienen problemas de aprendizaje, con seguridad si conocemos los verdaderos principios que rigen el Karate cambiaremos radicalmente nuestra posición y seremos mas consecuentes y partidarios de que nuestros hijos o familiares practiquen Artes Marciales.

La practica de Karate es un medio para promover la confianza en si mismos, paciencia, concentración, coordinación, sensatez, entre otros, son atributos que desarrolla el practicante de Karate, a la vez que mejora su actitud frente a las situaciones adversas, y para los niños o adolescentes con problemas de aprendizaje hay constantemente situaciones adversas, el hecho de no poder hacer un ejercicio, una labor, una tarea, es una situación adversa para el, y de pronto nosotros como padres no lo entendemos y lo presionamos en vez de ayudarlo a sortear estos problemas, la practica de Karate directamente va mejorando su concentración, y coordinación, esto a su vez le va dando mas confianza y seguridad en lo que puede realizar, también le enseña que hacer algunas cosas requieren de un poco mas de concentración y paciencia pero que todo es posible de realizar, por que en sus practicas de Karate ha tenido que repetir muchas veces un mismo ejercicio que no puede hacer, o realizar una técnica por un largo tiempo y ha descubierto que con constancia y perseverancia el puede realizar lo que quiera o mas bien lo que necesite, es importante reconocer que el hecho de lograr tener a un niño de 5 o 6 años durante una hora en un Dojo de Karate ya es ganancia, y hay algo en que seguramente ninguno de nosotros a reflexionado; que tan buena influencia he sido yo como padre o madre para el niño o el joven, reconozcamos que nuestro comportamiento es influyente para ellos y que nosotros somos el ejemplo a seguir en la mayoría de los casos, somos esos lideres que ellos ven como metas muy altas que alguna vez tienen que lograr, y que pasa cuando nosotros somos inconstantes en lo que hacemos, o que nos da pereza hacer deporte, o pereza madrugar, o pereza realizar algo, o que somos poco tolerantes, que todo nos causa mal genio, que discutimos fuerte con nuestra pareja frente a ellos, que tratamos al servicio sin la consideración necesaria, que exigimos todo sin pedir el favor, esa bien llamada (la palabra clave), muchas si no todas veces esto lo hacemos sin darnos cuenta pues se vuelve rutina, y mis queridos amigos haciendo esto somos artífices de un mal ejemplo para ellos; el Karate no pretende enseñar reglas morales o de urbanidad o saltar la autoridad de los padres o de profesores, pero si influye positivamente y refuerza esas enseñanzas de respeto y cortesía que tanto usted en casa como los profesores en el colegio tratan de inculcar, solamente siguiendo la tradición milenaria de su practica, que lo que realmente promueve son estos principios, por eso me atrevo a decir que practicar Karate es mucho mas que aprender a dar patadas y puños, que es una filosofía de acción, diseñada como una disciplina completa no violenta, para el entrenamiento de todo el cuerpo y la mente, me permito traer una máxima de Sensei GICHIN FUNAKOSHI un gran maestro de Karate y fundador de uno de los estilos que dijo: “El objetivo principal del Karate no es ni victoria ni derrota, sino el forjar un carácter fuerte y honesto en sus practicantes”.

Me permito invitar a todos a reflexionar un poco en este tema y a recordar que la mayoría de las veces queremos que nuestros hijos sean lo que no pudimos ser o lo que quisimos ser nosotros, y nos olvidamos que ellos son una persona diferente a nosotros, que tiene sus sentimientos y no los nuestros, que tienen sus gustos y no los nuestros, que tienen sus aspiraciones y no las nuestras, aunque algunas veces coincidan con nosotros, y especialmente los invito a que respetemos esos gustos, esos pensamientos, esas aspiraciones, y que mas bien si podemos ser un peldaño en esa posible realización apoyemos de la mejor forma posible para que el día de mañana ellos digan lo que soy lo logre gracias al apoyo y no a la presión de mis padres y esto con seguridad nos va a hacer sentir verdaderamente orgullosos.

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